El ejercicio es un pilar fundamental de nuestra salud y tiene muchos efectos positivos en nuestro cuerpo y bienestar mental. No es de extrañar, ya que nuestros cuerpos están diseñados para moverse. La OMS recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana para los adultos. En este artículo, descubrirás los efectos positivos del ejercicio y cómo puedes marcar la diferencia en tu salud.
¿Por qué es importante hacer ejercicio?
Fortalecimiento del sistema cardiovascular
Los deportes de resistencia son el principal método para entrenar el músculo cardíaco y aprovechar los efectos positivos del ejercicio en la salud cardiovascular. Durante la actividad física, el cuerpo necesita más oxígeno y nutrientes, lo que lleva a un aumento del flujo sanguíneo y a una mayor irrigación de los músculos y órganos. A medida que el cuerpo se adapta al ejercicio físico regular, su capacidad para circular la sangre mejora, y los vasos sanguíneos también se adaptan. Esto no solo mejora el rendimiento, sino que también reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o hipertensión.
Fortalecimiento de los músculos
Al fortalecer nuestros músculos en respuesta al ejercicio, estabilizamos todo nuestro sistema musculoesquelético, nos volvemos más fuertes y reducimos la carga sobre nuestras articulaciones y columna vertebral. Además, aumentamos nuestra tasa metabólica basal y mejoramos nuestra coordinación y equilibrio, lo que también tiene un efecto positivo en nuestra percepción corporal.
Beneficios para nuestro bienestar mental
Numerosos estudios de diversas universidades muestran que los efectos positivos del ejercicio incluyen una mayor felicidad, una mejor desconexión, un sueño de mayor calidad y una gestión más eficaz del estrés psicológico. Estos beneficios se deben, entre otras cosas, al cambio en la actividad cerebral provocado por el ejercicio: el córtex prefrontal, responsable de la ‘planificación lógica de acciones’, se apaga, lo que ayuda a ‘despejar la mente’. Para aprovechar estos efectos positivos del ejercicio en la salud mental, es crucial elegir la cantidad adecuada de actividad física, ya que un exceso puede tener el efecto contrario. La cantidad óptima es de tres a cinco sesiones de entrenamiento de 30 a 60 minutos por semana.
Protección de los huesos
El deporte contribuye al aumento de la densidad ósea. Los músculos están conectados a nuestros huesos mediante tendones. Cuando forzamos un músculo y lo acortamos en el proceso, se transmite fuerza a través del tendón al hueso, el cual es estimulado por esta tensión. El cuerpo reacciona a este estímulo fortaleciendo el hueso, lo que conduce a un aumento de la densidad ósea. Este efecto es de vital importancia para nuestra salud, especialmente cuando alcanzamos la vejez.
Fortalecimiento del sistema inmunológico
Al comparar las muestras de sangre de los deportistas con las de personas que no hacen ejercicio, se detectó una mayor frecuencia de células T reguladoras en la sangre de los deportistas. Las células T pertenecen al grupo de los glóbulos blancos y ayudan al sistema inmunológico. Además, el deporte reduce la inflamación causada por las hormonas del estrés, como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol.
Menor riesgo de enfermarse
La actividad física en la vida cotidiana puede reducir significativamente el riesgo de una amplia gama de enfermedades crónicas, entre ellas:
– Enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular
– Sobrepeso y obesidad, que a menudo están asociados con la diabetes y otros trastornos metabólicos
– Tipos de cáncer, incluyendo cáncer de colon, pulmón y mama
– Trastornos mentales como la depresión y la demencia
Por lo tanto, el ejercicio regular es una herramienta eficaz para prevenir numerosas enfermedades.
Aumento de la tasa metabólica basal
Además de nuestra tasa metabólica basal necesaria para las funciones corporales esenciales, también contamos con una tasa metabólica de rendimiento para cuando hacemos deporte, ejercicio y trabajo físico y mental. La cantidad de calorías que necesitamos diariamente es una combinación de estos dos factores, por lo que el ejercicio puede llevar a una reducción del peso corporal incluso si la ingesta de calorías permanece constante. Además, un aumento en la masa muscular contribuye a una mayor ingesta de oxígeno y energía, y, por lo tanto, a un aumento de la tasa metabólica basal.
Consecuencias del ejercicio y la falta de actividad física
La siguiente tabla proporciona una visión general de cómo el ejercicio, o la falta de él, afecta al cuerpo:
Influencia del ejercicio en | Ejercicio | Falta de ejercicio |
Metabolismo energético | Aumenta | Disminuye |
Peso corporal (con una ingesta calórica constante) | Disminuye | Aumenta |
Sistema cardiovascular | Se vuelve más eficiente | Se debilita |
Resistencia | Mejora | Empeora |
Presión arterial | Disminuye | Aumenta |
Metabolismo de lípidos | Mejora | Empeora |
Colesterol total | Disminuye | Aumenta |
Colesterol LDL | Disminuye | Aumenta |
Colesterol HDL | Aumenta | Disminuye |
Triglicéridos | Disminuye | Aumenta |
Metabolismo de carbohidratos | Mejora | Empeora |
Nivel de insulina | Disminuye | No disminuye |
Nivel de azúcar en sangre | Disminuye | No disminuye |
Sistema musculoesquelético | Mejora | Se debilita |
Fuerza muscular | Mejora | Empeora |
Densidad ósea | Aumenta | Disminuye |
Función de soporte, estabilidad | Mejora | Empeora |
Movilidad, capacidad de carga de las articulaciones | Aumenta | Disminuye |
Defensa inmunológica | Mejora | Empeora |
Funciones cerebrales | Mejora | Empeora |
Circulación cerebral | Mejora | Empeora |
Nueva formación de células nerviosas | Mejora | No mejora |
Psique | Efecto antidepresivo | Sin efecto antidepresivo |
Para beneficiarse de los efectos positivos del ejercicio en la salud, es importante que realices suficiente ejercicio de manera regular y a una intensidad moderada. Trata de no agotarte completamente durante cada sesión; en su lugar, es mejor avanzar de manera regular y continua.